Título: Cartelera de cine, La Furia de los Justos y La isla de Arturo : anuncio publicitario
Año: [1966]
Duración: 5 min., 1 seg.
Fondo sonoro: Radio Alcoy
Resumen: Anuncios radiofónicos de las películas, La furia de los justos y de La isla de Arturo en el cine Goya de Alcoy
Desde principios del siglo XX se difundieron formas de ocio desconocidas hasta el momento. El cine fue una de ellas y constituyó toda una revolución en el campo de la cultura y los medios de comunicación. Permitía la contemplación de imágenes grabadas en movimiento, y el auditorio a oscuras hacía sentir una experiencia que era individual y colectiva al mismo tiempo. No requería saber leer ni escribir y sólo se necesitaba un proyector, una pantalla (que podía ser una simple pared blanca) y luz eléctrica, otro adelanto innovador. Las primeras películas eran mudas, muy breves y solían acompañarse con música de piano en directo como parte de la narrativa. Al principio se proyectaban en carpas, barracones y teatros, y más tarde en salas construidas a propósito. La experiencia había revelado que resultaba más rentable contar con la máxima afluencia de público a bajo precio que trabajar para los ricos mecenas tradicionales: el cine se convirtió en un espectáculo cotidiano de masas. A la misma sesión entraba gente de todos los estratos sociales y veían las mismas películas, aunque hubiera butacas a precios diferentes (las del denominado ‘gallinero’ eran más económicas).
En Alcoy, la proyección de películas tuvo un notable desarrollo, especialmente a partir de 1931 con la llegada desde EEUU del cine sonoro, coincidiendo con la II República y la fundación de Radio Alcoy. Uno de los primeros locales importantes habilitados para la proyección fue el Teatro Circo, que se había fundado en octubre de 1903 como símbolo de modernidad del municipio (Alcoy fue una de las 40 ciudades españolas que tuvo Teatro Circo). Se calcula que hubo un total de 11 salas de proyección en la ciudad durante la primera mitad del siglo XX.
Con el franquismo, el cine fue el entretenimiento más popular. Permitía la evasión de la dura realidad cotidiana, aunque estuvo sometido a una rígida censura y se estableció el doblaje obligatorio al castellano de todas las películas (precisamente las películas extranjeras eran las de mayor éxito, sobre todo el cine Norteamericano). Además, y desde 1943, los cines fueron obligados a proyectar, antes de cada sesión, un noticiario propagandístico oficial, el NO-DO, donde la banalidad era la norma y cuya principal tarea era desinformar, esbozando un mundo completamente alejado de la realidad con propósito desmovilizador. Hubo muchas películas de propaganda grandilocuente durante los 40, pero a partir de los 50 se tendió a un cine de esquema simple y despreocupado, sobre todo tras la creación en 1953 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde se presentaron en los años 60 y 70 interesantes películas españolas procedentes del ‘nuevo cine español’ y la ‘escuela de Barcelona’, que sólo mucho más tarde pasaban a las salas ordinarias de cine, algunas reservadas sólo para ‘Cine-Clubs’ y ‘Salas de Arte y Ensayo’, muy minoritarias.
Fue entre finales de los 40 y principios de los 50 cuando se pusieron en marcha en Alcoy los cines más amplios y modernos hasta la fecha, tales como el Calderón (1944), el Avenida (diciembre de 1947), el Goya (noviembre de 1949), el Capitol (abril de 1950), el Monterrey (verano de 1953) etcétera. Entre 1956 y 1957 se creó además el Cine Club Pax, uno de los pioneros en toda España.
El cine estuvo muy presente en la programación de Radio Alcoy. Empezando por la cartelera de espectáculos, que anunciaba las películas que se proyectaban en los cines de la ciudad y que se radiaba a las 14:30 y a las 22:00 todos los días. Parece que incluso se radiaron los diálogos de algunos estrenos durante los años 50, gracias a una línea micrófónica (de un total de 5) extendida hasta la sala Goya. Pero también hubo programas especializados en cinematografía durante los 60, como ‘Reflejos: noticiario de actualidad cinematográfica’ y ‘Desde la Butaca’. ‘Reflejos’ tuvo mucha audiencia y además de informar de la cartelera local semanal, comentaba los estrenos más importantes basándose en comentarios de revistas especializadas. Se emitía los lunes a las 22:30, con guion de Antonio Doménech y la colaboración de Mario Silvestre y el sacerdote cinéfilo José Ferrer Giner, que era conocido como "Mossen CIFESA" y fue uno de los creadores del citado cine-club. ‘Desde la butaca’, por su parte, fue continuación del anterior, aunque de carácter esencialmente informativo, menos crítico y con menos éxito. Se emitía todos los días a las 14:00 y su responsable era Mario Silvestre.
En la década de los 70 algunas salas de Alcoy entraron en crisis. En los 80, con la llegada del vídeo doméstico, habían cerrado casi todas. La radio había dejado de hablar de ellas.
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